La conferencia rusa antidrones ofrece soluciones que van desde lo sublime hasta lo ridículo

La “Conferencia de San Petersburgo sobre tecnologías de detección y lucha contra vehículos aéreos no tripulados 2024” fue organizada por el centro de competencia en tecnologías de vehículos aéreos no tripulados (UAV) RuDrones en cooperación con el Instituto de Investigación Vector, parte de la corporación estatal Rostec.

Andrey Tabekin, portavoz del Ministerio de Desarrollo Digital de la región de Bélgorod, dijo en la conferencia: “Nosotros (Rusia) ahora nos enfrentamos a una nueva amenaza de drones con propulsión a reacción… y hemos abierto un nuevo capítulo en nuestra lucha contra el enemigo”.

La mayor parte de los debates en la cumbre se centraron en la guerra electrónica (detección e interferencia de drones), pero también hubo una serie de sistemas que se centraban en la prevención física de los ataques con drones. A continuación se presentan tres de esos sistemas que, en la humilde opinión del autor, cubren todo el espectro entre lo práctico y lo “fantasioso”.

El Vogan-9SP CUAS

Este interceptor antidrones fue desarrollado por la empresa rusa Red Line, un actor hasta ahora desconocido en el campo de los sistemas aéreos no tripulados (CUAS). El Vogan es un dron kamikaze diseñado para derribar los drones de ataque ucranianos con vista en primera persona (FPV) que continuamente están eliminando tropas y equipos rusos en el campo de batalla.

Según un portavoz de Red Line, una vez que se detecta un dron enemigo mediante un radar, se lo apunta mediante un designador láser. El Vogan-9SP, que está impulsado por una hélice propulsora, despega desde un lanzador terrestre inclinado. Puede acelerar hasta 200 km/h (124 mph) y es guiado hasta que se acerca al objetivo. Luego, según se afirma, finaliza el ataque de forma semiautónoma.

No se ha declarado el método de orientación final preciso, pero se sugiere que el objetivo ya no está designado por láser durante la fase terminal del ataque. La óptica necesaria para fijar el objetivo en sí está dentro de las capacidades de la tecnología actual. La combinación de radar, láser y óptica terminal es una técnica inusual para este uso.

El buggy anti-drones ZVeraBoi

El vehículo fue construido por miembros de un batallón de defensa aérea del Grupo de Batalla Sur de Rusia, según el comandante del batallón con el indicativo Krivich.

En la parte delantera del vehículo se encuentra una torreta en la que se encuentran montadas dos ametralladoras PKT de 7,62 x 54 mm y una escopeta improvisada de avancarga de seis cañones colocada entre ellas. La torreta delantera también incluye una mira termográfica, cuyas imágenes se pueden ver en un monitor situado delante del asiento del pasajero. El control de la torreta y su manejo corren a cargo del pasajero del asiento delantero.

En la segunda torreta, que puede girar 360 grados, se encuentran seis fusiles de asalto AK-12 coaxiales de calibre 5,45 x 39 mm que pueden disparar simultáneamente. En los laterales del vehículo se encuentran instaladas seis escopetas modificadas para las que los militares rusos han fabricado una munición especial compuesta por balas de 7,62 mm pegadas con cera.

Se dice que el buggy está actualmente pasando por una ronda final de pruebas antes de ser enviado al frente.

El sistema de barreras “Pervyy Dirizhabl”

La compañía de dirigibles Pervyy Dirizhabl (Primer Dirigible) presentó su concepto de sistema antidrones llamado “Barrier”, que se basa en el uso de globos de barrera.

Según la empresa, la idea se basa en el uso de globos de barrera utilizados en la Primera y Segunda Guerra Mundial como obstáculos contra los ataques aéreos. En ese sistema, se colocaba una red de globos atados a alturas de hasta 1.500 metros (5.000 pies) alrededor de objetivos clave de los que colgaban largas cadenas. El objetivo era obligar a los aviones atacantes a volar alto, haciéndolos menos precisos y llevándolos a la altura óptima para los cañones antiaéreos de la época.

La versión rusa del siglo XXI utiliza una red de globos de los que se suspende una red de hasta 250 metros de altura para crear una barrera contra los drones enemigos. Los globos exhibidos en la conferencia podían soportar una carga útil de 30 kilogramos (66 libras), lo que sugiere la necesidad de utilizar una gran cantidad de globos para sostener la red o utilizar una red muy ligera.

La compañía había sugerido previamente, en septiembre de 2023, un sistema de globos barrera con cables suspendidos para protegerse contra misiles de crucero o drones utilizados para atacar depósitos de petróleo o refinerías.