Lone Pine abrió en 1927 con el objetivo de llamar la atención sobre la difícil situación de los koalas en una época en la que se los sacrificaba por su piel. Desde los primeros días con sus dos koalas residentes originales, Jack y Jill, el santuario ha ofrecido abrazos de koalas a innumerables visitantes, incluida una joven Taylor Swift en 2009. Ahora, está reemplazando los abrazos con experiencias más extensas y educativas que enseñan a los visitantes sobre el comportamiento de los koalas, la ecología y el cuidado diario.
“Nos encanta que haya un cambio entre los huéspedes locales e internacionales que desean experimentar la vida silvestre australiana de cerca, pero no necesariamente de manera personal, simplemente haciendo lo que mejor saben hacer: comer, dormir y relajarse en su propio espacio”, dijo Lyndon Discombe, gerente general del santuario.
El Santuario de Koalas Lone Pine se encuentra en Queensland, donde aún es legal que los lugares de vida silvestre y de entretenimiento ofrezcan abrazos a los koalas después de que otros estados prohibieran la práctica hace décadas.
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La decisión de poner fin a los encuentros de cerca se tomó tras “una respuesta cada vez más positiva de los visitantes”, dijo el santuario en un comunicado. Cuando se le preguntó si los visitantes habían expresado preocupación sobre si sostener a los koalas era perjudicial, un portavoz dijo solo que los visitantes querían experiencias más educativas e inmersivas.
Los defensores de la vida silvestre sostienen que abrazar a los koalas es cruel porque altera su rutina solitaria habitual. En la naturaleza, los koalas duermen durante la mayor parte del día para conservar energía para el lento proceso de digestión de las duras hojas de los árboles de eucalipto, su principal fuente de alimento.
“Los encuentros cercanos en los que se utilizan animales salvajes como accesorios fotográficos, se les monta a caballo o se les baña, son todas actividades estresantes y dañinas. Hacemos un llamamiento para que se pongan fin a estas prácticas, y no solo aquí en Australia, sino en todo el mundo”, dijo Suzanne Milthorpe, portavoz de la organización sin ánimo de lucro World Animal Protection, que está pidiendo al gobierno de Queensland que prohíba los abrazos con koalas. La petición ha conseguido unas 5.000 firmas, dijo.
Aunque la gente tiende a antropomorfizar a los animales, dijo Milthorpe, los koalas están adaptados a la vida en libertad, no en cautiverio. Tienen garras afiladas en forma de gancho que evolucionaron para ayudarlos a trepar los troncos altos y resbaladizos de los eucaliptos. Si bien pueden parecer adorables, su pelaje es áspero y prefieren la soledad, dijo.
Según Milthorpe, los elefantes son otro animal salvaje que, si se los deja a su aire, no se ofrecerían a tener encuentros cercanos con los humanos. Recientemente, visitó un parque de vida salvaje en Chiang Mai, Tailandia, donde el grupo está ayudando a los propietarios a dejar de mantener a los elefantes en cautiverio para montarlos y adoptar un modelo de turismo ético en el que los elefantes puedan comportarse como si estuvieran en libertad.
«Lo que realmente nos gustaría ver es un futuro en el que la gente vea animales salvajes en la naturaleza», dijo Milthorpe en una entrevista.
La cantidad de koalas en estado salvaje ha disminuido drásticamente en los últimos años debido a la pérdida de hábitat, los depredadores y las enfermedades. En 2022, fueron catalogados oficialmente como especie en peligro de extinción en la costa este del país después de que los catastróficos incendios forestales arrasaran los bosques.
Steve Irwin, el difunto conservacionista y personalidad de la televisión que se dedicaba a la cría de cocodrilos, dijo una vez que “cuando la gente toca un animal, el animal toca su corazón. Y al instante, los hemos convencido para que conserven esa especie”. Su zoológico australiano todavía ofrece “encuentros con adorables koalas”.
Pero cada vez hay más conciencia mundial sobre el estrés y el sufrimiento que pueden sufrir los animales en los lugares de vida silvestre. El año pasado, un zoológico de Florida se disculpó por ofrecer un “encuentro” en el que los visitantes podían acariciar a un kiwi, el ave nacional de Nueva Zelanda, después de que una petición en línea reuniera más de 10.000 firmas en dos días.
Sin embargo, la iniciativa de limitar los encuentros con koalas no cuenta con un apoyo universal.
Los sitios web de turismo siguen promocionando lugares donde se puede abrazar a los koalas como una experiencia australiana por excelencia. La decisión de Lone Pine provocó una reacción negativa en un artículo de un periódico local que sondeaba a los lectores sobre si pensaban que los abrazos a los koalas eran aceptables o no. «¿Qué será lo próximo? ¿Vamos a dar una compensación a los koalas?», escribió un lector.
El gobierno del estado de Queensland dijo que no tiene planes de cambiar la ley sobre los abrazos a los koalas.
Steven Miles, el primer ministro del estado, que en el pasado se tomó una foto abrazando a un koala, bromeó con los periodistas diciendo que los marsupiales tienen «la mejor unión que existe», con reglas estrictas que incluyen la cantidad de tiempo que se les permite estar en brazos y días de descanso regulares.
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